miércoles, 22 de febrero de 2012

Lectura 1


El célebre economista austríaco Joseph Schumpeter, nos brinda su definición de ciencia. Ciencia como conocimiento, un conocimiento que provenga de unos esfuerzos que busquen su perfección. Estos esfuerzos requieren técnica, métodos y un dominio de los hechos de esas técnicas. ¿Y cuál es su objetivo?

En primer lugar, la ciencia debe aportar una              descripción sobre la realidad y explicarla. Pero no basta con un conjunto de definiciones, debe exponerse un esquema sobre la realidad del objeto de modo que este halle su explicación.

Por otra parte, debe explicarse la realidad a partir de ella misma. El conocimiento en toda su historia ha ido dando explicaciones y enunciados acerca del mundo, otorgando a los hechos causas y relaciones para llegar a entender las relaciones entre estos fenómenos o hechos y la realidad.
No obstante, aquello que distingue a la ciencia de lo que no lo es, es el mero hecho de que la ciencia es común a todos, es aplicable a todos los fenómenos de la realidad, y ello nos conduce al materialismo filosófico. Viendo la materia, con esta definición, como una realidad objetiva que existe independientemente de la propia conciencia humana. La filosofía, con esto, debe de ser coherente en términos científicos y estudiar la realidad objetiva en su concepción como tal, es decir, tal como es.
El materialismo filosófico coherente lo vemos reflejado en Marx, y se establece como la primera concepción del mundo basado en su totalidad en la ciencia.

El conocimiento científico constituye una parte de la actividad humana en sólo uno de sus aspectos. Es por esto por lo que podemos decir que el conocimiento nunca es y nunca podría constituirse como un fin en sí mismo. Puesto que el hombre necesita y busca conocer el mundo para poder modificarlo según sus necesidades. El pensamiento y acción, el conocimiento y la praxis se encuentran fuertemente ligados.
Para que la praxis pueda desarrollarse debe haber una buena cognición de la realidad en la que actúa el hombre. El conocimiento lleva a la cognición y la acción se sitúa como el fin último., La actividad de la cognición conduce a la cognición de lo real, es por ello que podemos decir que la praxis nunca podría situarse como objetivo de la ciencia, en tanto que su meta es la búsqueda de la verdad de las cosas.
Por otra parte, la praxis debe funcionar como una acción colectiva, la investigación tienen que funcionar de forma individual, y el hombre podrá transmitir a los demás el resultado del pensamiento individual y a su vez, recibir el resultado del pensamiento de otros.
Tanto la acción colectiva como el pensamiento individual se diferencian respecto a su manifestación.
No podemos concederle el mismo tiempo a la acción con el pensamiento, el hombre nunca podrá ser un hombre de ciencia si es un hombre de acción, y viceversa. Y el cometido del hombre de ciencia es meramente, aconsejar al hombre de acción.

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