La concepción del mundo se
fundamenta en unos principios que le dan razón a la conducta de un sujeto.
Estos principios se hallan inmersos en la cultura de la sociedad. La parte
contemplativa se relaciona con la parte práctica. La existencia del mundo en la
cultura de una sociedad no es suficiente para hallar la concepción del mundo
que realmente actúa en la sociedad.
Para estudiar las relaciones
entre la concepción acerca del mundo y la ciencia positiva es necesario prestar
atención a los aspectos formales de ambos bandos.
Las concepciones del mundo por
regla general suelen contener unos aspectos y unas pautas concentradas en la
forma de un sistema filosófico que intenta dar, razonando e incorporando el
contenido de las ciencias positivistas, un conocimiento real del mundo.
Ello se vio truncado a mediados
del XIX con la disgregación de Hegel, quién intentaba desarrollar de manera
sistemática, la verdad del mundo, la causa primera fue la edad moderna,
caracterizada por su intersubjetividad, es decir, cómo las personas preparadas
entienden su formulación de la misma manera
La concepción del mundo contiene
afirmaciones que no pueden resolverse por los métodos del conocimiento
positivo. Ello permite plantear y cuestionar las relaciones entre la concepción
del mundo y el conocimiento científico-positivo, hace que la ciencia como único
cuerpo de conocimiento real.
Destaca la concepción marxista
del mundo, que es incapaz de considerar sus elementos explícitos tal como un
sistema de saber por encima del positivo, puesto que no es una filosofía, más
bien, una mera concepción del mundo que se sostiene en las ciencias reales.
Engels considera la filosofía
superior a la ciencia, como un nivel de pensamiento puramente científico. Según
la filosofía sistemática no hay conocimiento por encima del positivo, dado que
el punto de meta y el punto de partida son la ciencia real. El materialismo es
el primer punto dentro del pensamiento marxista.
Según Engels se trata de una
concepción comunista del mundo. La ciencia positiva realiza el principio del
materialismo por medio de una
metodología analítica reductiva, interesa, no obstante dentro del análisis
reductivo, es la consecuencia de un número que mida la fuerza en cuestión.
El éxito del análisis reductivo
depende de dos elementos. En primer lugar, la transformación de fenómenos
complejos a fenómenos más elementales y homogéneos. En segundo lugar, el
análisis reductivo permite la formación de conceptos más adecuados. Por tanto,
los conceptos de ciencia son generales, es decir, leyes.
La concepción del mundo tiene
que dar de sí mismo una determinada comprensión de las totalidades, entender y
tratar las concreciones reales.
El análisis marxista pretende
entender la individualidad situación concreta sin postular más componentes que
los resultantes de dicho análisis y de dicha abstracción.
El universo como totalidad puede
pensarse de manera dialéctica, esto es, sobre la base de los resultados de
dichos análisis.
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